Leyendo un artículo de la revista C (Diario Critica del domingo 21 de diciembre) donde muestran en resumidas cuentas los efectos negativos que producen las fiestas en un gran porcentaje de las personas, recordé que casi durante 5 años (en los 90) pase las fiestas solo y trabajando. Realmente no recuerdo que me haya sentido deprimido pero si era fea la sensación de soledad que daba vueltas esas noches. Llegue hasta odiar, como dice el artículo, todo lo referido a ellas (sobretodo el sentimentalismo excesivo). Hoy es bien distinto, de solo verles la cara a los chicos cuando hablamos de papa Noel y sus regalos, me regocijo y quiero que ese clima sea eterno. Entonces para terminar, mi reflexión es que no depende de cada persona y de cómo se tome las fiestas sino del estado y la situación que se encuentre esa persona en fechas como estas. No hay forma de estar bien emocionalmente, de la cabeza y que no te guste un momento donde la mayoría intenta sacar lo mejor de sí. Y en esa situación me quedo, en estos momentos donde vemos tanta desdicha, infelicidad, insatisfacción y odio, es más que importante climas en los que podamos sacar lo mejor de uno. No hay tiempos más oportunos como las navidades para la reflexión. Entonces si fin de año sirve para saber honestamente como esta uno y transmitirlo… Felices fiestas.
Revista C
Acá están los números para explicarlo todo: tanto en la Argentina como en el resto del mundo los intentos de suicidio se duplican en el último trimestre del año. Los Infartos tienen su pico entre el 24 de diciembre y el 2 de enero. Las ventas de clonazepam (Conocido por su marca Rivotril) no las achica ni Dios. Hay gente –ya lo leerán más adelante–que se toma un avión con el único fin de pasar las fiestas lo más lejos posible del mundo. Eso es, en el aire. Y sólo en Facebook hay cincuenta y tres grupos en español –unas cinco mil personas– organizados en torno al lema "Odio
la Navidad"
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