Hace unas semana que no puedo escribir 3 palabras seguidas y por más que he querido es durísima la incapacidad mental que tengo para escribir aunque sea unas lineas.
He vivido muy inténsamente el último mes y medio!! tuve muchisimo trabajo. También viajamos con Lau y amigos por Perú, mas precisamente Cusco y Machu pichu. Fue un viaje distinto, muy divertido y con mucha buena energía. El entorno de la ciudad de Machu pichu es más impresionante que sus ruinas y los contrastes de cusco me invitaron todo el tiempo a reflexionar para intentar comprender muchas cosas. Lo que si aprendí de inmediato es a disfrutar a mi modo de mis compañeros de ruta que me hicieron pasar momentos inolvidables. Sin duda no fue un viaje más.
En esta semana siento el desgaste de entrar a la parte final del año y las exigencias que me he autoimpuesto, en la órbita del trabajo y la familia, me han llevado a un estado de saturación y inestabilidad que solo el amor y la paciencia de los mios pueden aguantar. Lo bueno es que De esas cosas por estos lugares abundan así que me propongo a vivir y a disfrutar un poco mas!!!
Para ir cerrando este post y Como hay pequeñas cosas que deseo no olvidar nunca!!! voy a describir una diminuta anecdota que me pasó el viernes cuando volvía en el auto de Pilar con 3 compañeros de IAE. En un momento determinado, FH atendió su celular y muy enojado le dijo a su mujer que no estaba de acuerdo ni autorizaba que su hija de 13 años fuera a una fiesta de 15 con sus amigas (sola), su tono fue fuerte y determinante. Cuando cortó, descargó su enojo contándonos lo que sucedía pero en ese preciso momento sonó de vuelta su teléfono y cuando atendió, su voz cambio totalmente y sus gestos se ablandaron. Era su hija que persolmente había juntado fuerzas y le pedía que la dejar ir. Fue una cosa tan tierna, tan representativa de lo que un padre debe vivir cuando su princesa le pide algo. Como nos pueden no??
