lunes, 24 de marzo de 2014

A E I O U

Torturamos a los hijos?
A veces los maltratamos, les infligimos un sufrimiento mental excesivo.

¿Sufrimiento mental...?
Otros hablan de psicopatología, y medicalizan ese sufrimiento... innecesariamente. Hay un sufrimiento mental natural, parte de la vida..., y otro excesivo.

¿Causado por los padres?
Padres y adultos. ¡Es nuestra responsabilidad analizarnos... para evitárselo a nuestros niños! O... o les causaremos microtraumas.

¿Qué es un microtrauma?
Conductas sutiles, poco obvias..., pero que dejan alguna huella en el niño: una falta de atención o cariño, una negligencia... Desde que nace, el niño busca una cosa: la mirada y la voz de los padres...

¿Y no siempre la encuentra?
A veces esos padres no recibieron esa mirada de niños: no están adiestrados para darla.

¿Eso se hereda, por tanto?
No es genético..., ¡pero sí es intergeneracional!: los microtraumas se transmiten, sí.

Será más ilustrativo un caso real.
Tras mucho tiempo de ser incapaz de dibujar nada, una niña traza una carita con ojos... Y su madre le suelta: "¡En azul, no!". Esa madre lleva a su hija a consulta por sus rebeldías... y te das cuenta del trauma de ella, y te explica que fue abandonada en un internado, pero dice que no guarda rencor...

Pero está pagándolo con su hijita...
Eso es, y no es aposta. Ella acaba llorando... y su hija, que había entrado con la cabeza baja y el pelo tapándole la cara, dice: "Nunca me habías contado esto, mamá", y le echa un brazo al hombro ¡y acaba consolándola!

¡Bravo!
Se crea un vínculo, sí. Todos nacemos buscando vínculo emocional, y si nos falta en casa..., queda una herida, y buscamos afecto fuera. ¡Jamás escatimes elogios a tus hijos!

¿Y eso por qué?
No por elogiar pequeños logros de tu hijo lo convertirás en arrogante... ¡Al contrario! Le das seguridad, autoestima. Si no, tenderá al narcisismo para compensar su carencia.

Mejor pasarme que quedarme corto.
Sí, refuerza lo bueno, no desvalorices: si tu hijo llega con un notable, ¡felicítalo! No le digas: "A ver si la próxima es sobresaliente".

Reforzar la autoestima...
Si los padres se centran en reñir, sancionar, castigar..., sin dar calidez..., el niño aprenderá esa frialdad. Y la reproducirá en sus relaciones futuras con colegas, parejas, hijos...

Hay niños más difíciles que otros, ¿no?
Esas desobediencias, alteraciones del sueño, miedos, ansiedades, rebeldías... son síntomas de alguna disfunción relacional, ¡no de enfermedad alguna! Pero aún impera la idea de que conviene diagnosticar y medicar síntomas. No: prefiero indagar la causa.

¿Y todo tiene solución?
Todo puede mejorar, y será más fácil cuanto antes lo abordemos. Una niña no podía dormirse sola, y sus padres se enfadaban...

¿Y?
Bastó con que el padre la acostara y le contase un cuento durante diez minutos. ¡El niño necesita seguridad... o temerá un abandono!

¿Qué más necesita el niño?
Lo que yo llamo el aeiou.

A ver.
A: amor. E: educación. I: instigación. O: orden. U: unión.

¿Cómo conviene expresar el amor?
Con presencia: los padres que preparan el desayuno, que acompañan al colegio, juegan... ¡son los que ganan autoridad ante el niño!

Educación.
Consiste en ser coherente, sensible, poner límites, pero tus sanciones serán sólo eficaces si antes has ganado autoridad con amor.

Instigación.
Juega con tu hijo, fantasea, imagina, crea.

Orden.
Hábitos diarios, rutinas, seguridad.

Unión.
Vínculo emocional. Que haya más amor que sentimientos negativos. Es imposible ser unos padres perfectos, ¡pero sí es posible ser suficientemente buenos!

La separación de los padres, ¿trauma?
No, si está bien gestionada, si hay consenso en la educación, si no hay peleas, si la relación del niño con cada progenitor es sana.

¿Hay un síndrome del hijo adoptado?
Hay una memoria sensorial y emocional: siempre aflora una rabia derivada del abandono... Es normal. Pero padres sólo hay unos: los que ejercen, cuidan y están presentes. ¡Y no deben sentirse culpables!

Está bien decirlo.
A veces este hijo adoptado es rebelde: miedo al abandono. Y pone pruebas a sus padres inconscientemente, lo pone difícil ¡para verificar que no lo abandonan! Normal.

Cuénteme algún otro caso.
Una niña maltratada fue separada de su madre. Conseguimos que la madre mejorase y la visitase cada semana. Y entonces llega la justicia... y condena a la madre a alejarse seis meses de la niña. ¡Qué desastre!

¿Y si a un niño le toca un padre o una madre... complicaditos? ¿Qué hacemos?
La sociedad debe dar armas al niño para ayudarle a elaborar eso, y fortalecerlo, y que sepa que no es culpable... y que sobreviva.


Entrevista en la Contra de la Vanguardia a la psicóloga y pedagoga Anna Rigat

domingo, 23 de marzo de 2014

El Odio y La Venganza

Siempre he sentido, desde el comienzo de mi vida adulta y consciente, que vivía en un país donde reinan las actitudes y poderes antagónicos, donde  para estar de un lado de algo, tenés que estar en contra de otro, donde el odio se recicla y evoluciona con más fuerza, donde no se ha aprendido a escuchar  y comprender voces contrarias a la tuya, donde la intolerancia es el resultado de tanta frustración y resentimiento. No creo en el futuro de Argentina sin la reconcilianción de su pueblo. Me preocupa que pensaran y como actuaran nuestros hijos. Sueño con un país fuerte, inclusivo, despierto. Pero creo que nos dirigimos para otra dirección y hasta que el que odia no de la vuelta de pagina y viva solo del presente sin un anclaje en el pasado, nos espera un futuro poco prometedor.

Aqui va un link, con una interesante entrevista al filosofo frances Philippe Joseph Salazar sobre el proceso de reconciliación sudafricana y el contraste con la situación Argentina. La última respuesta me resulta contundente.


Todo lo que dice hace suponer que a Sudáfrica y a la Argentina las separa un abismo.
-[Suspira] Creo que hay una Sudáfrica mirando al futuro y una Argentina encadenada al pasado., lo que es terrible para los jóvenes. Aquí los jóvenes están hundidos y aprisionados en el pasado.


domingo, 9 de marzo de 2014








"Amar no es mirarnos el uno al otro, es mirar

 juntos en la misma direcciòn." 

A. de S. E.


Un orden muy diverso los rige, lúcido y atávico. La primitiva claridad de la magia.
J.L Borges

domingo, 2 de marzo de 2014

Salidas de Clarita





Reclamo de Clarita (7 años) a su Padre:
Pa, sabes lo que no me gusta de Vos? Que te molesta todo, vivís corrigiendo!
Sos muy jefon!
Solta Papa Solta!


Lorenzo pregunta en la mesa ¿ Si te regalan un helicoptero que haces?
Yo le contesto: Lo vendo y me compro una autazo (ferrari)!
Lau contesta: Aprendo a manejar y me lo quedo!
Clarita: Lo vendo y me compro mil millones de Nutella

Locura, Genialidad, Tristeza y Depresion

Joseba Achotegui

directivo de la Asociación Mundial de Psiquiatría

¿La enfermedad mental no existe?
La locura es un continuum.

¿Todos estamos un poco locos?
Todos estamos en algún punto de esa línea gradual entre la cordura absoluta y la locura absoluta. Esa predisposición es el precio que pagamos por la capacidad de adaptarnos a circunstancias extremas, pero posibles, aunque hoy parecerían locas.

¿Qué diferencia al loco del genio?
El genio vuelve de la locura; el trastornado no encuentra el camino de vuelta. Pero los dos han estado en el mismo sitio.

Estamos obligados a ayudarles por solidaridad, pero también por nuestro interés como individuos, como comunidad y como especie. Los locos son nuestra reserva de genialidad para tiempos difíciles.

¿Y las depresiones qué utilidad tienen?
También son necesarias. Son una manera de pedir ayuda y al mismo tiempo de obligar al deprimido a detenerse y repensar la conducta que ha motivado la depresión.

¿Entonces la tristeza también sirve?
Al desactivarnos evita que insistamos en el error que la ha causado. Y nos obliga a replantearnos nuestra actitud y nuestros actos. Por eso, la charlatanería sobre el pensamiento positivo en realidad es contraproducente: la tristeza a veces es imprescindible.



sábado, 1 de marzo de 2014

Tengo que aprender a relativizar, a desacomodarme!!!!!!

Entrevista del Dia


Eduardo Grecco, psicólogo clínico


De qué padecemos los humanos?
De infelicidad, insatisfacción, control, posesividad y codicia psicológica: apoderamiento del otro.


¿Esos son los males contemporáneos?
Sí, y esta sociedad no nos ayuda, entre otras cosas nos impide vivir los duelos con normalidad. Fíjese en la tristeza, una reacción natural que nos ayuda a separarnos de aquello que perdemos. La depresión es lo contrario: quedarse fijado, no poder hacer el duelo. La tristeza es una experiencia natural que nos ayuda a crecer, la depresión nos estanca.

Tampoco la elegimos.
Lo normal es que ante una ruptura amorosa o una pérdida te digan: "Échale ganas", "sal del agujero"... Pero lo sano es que estés triste, porque si aprendes a entristecer vas a evitar caer en una depresión. Para sanar cualquier emoción hay que permitirse sentirla, no tener miedo, no ser mediocre.

¿Perdón?
No tener media tristeza, medio enojo... Hay que conectarse profundamente con lo que uno siente. Los afectos son una brújula en el proceso de la vida. Si yo le piso un callo y usted me contesta: "Soy un ser de paz, aquí tienes mi otro pie", eso es patológico. Si se enfada, es normal.

Me quita un peso de encima.
Si estás haciendo un cambio significativo en tu vida y te estresas, es normal. Pero hemos construido una sociedad que no nos permite conectarnos con los afectos, y así llegamos a no saber lo que sentimos. La gente me dice: "No sé si estoy enojado o triste, si amo o no amo a mi pareja".

Están perplejos.
Si uno está conectado profundamente con lo que siente, sabe lo que quiere en la vida. Es como en el tema del amor.

¿A qué se refiere?
Si se piensa, no se siente. Y le hacemos más caso a la razón que al sentir. El pensamiento nos distrae, el afecto nos habla con más acierto de la realidad de las cosas. Y bueno, los efectos de la sociedad construida desde la razón aquí los tenemos.

¿La depresión se va cociendo a fuego lento?
Sí. Es un hábito que vamos desarrollando al no aceptar los cambios. Constantemente sustituimos una zanahoria por otra, nos apegamos a las cosas y existimos a través de ellas, y cuando ya no están nos deprimimos.

Esta crisis ha hundido a mucha gente.
Dejamos que nos quiten las ilusiones y la esperanza, y eso es algo nuestro, que nosotros debemos gestionar. Hay cosas tristes y desdichadas, pero yo no soy ni triste ni desdichado, eso no te lo pueden quitar. Tu eje interior no lo puedes perder.

Pues lo perdemos muy a menudo.
Estamos educados en eso: somos lo que tenemos, somos lo que pasa, estamos entrenados en una sociedad de logros. La felicidad es una construcción que uno debe edificar desde el interior, pese a las desdichas.

¿Qué herramienta podemos dar a los niños para que construyan ese eje?
El amor materno. Si invirtiéramos más en él, evitaríamos clínicas psiquiátricas. Pero solemos tropezar con el complejo materno.

¿Qué es eso?
Lo que reproduce el sistema patriarcal, que nos educa en un modelo de ser y de relacionarnos, y las mujeres son las primeras víctimas. Para convertirte en hombre o en mujer debes romper con este modelo, tienes que crecer.

¿Cómo?
Abriéndote a las relaciones clandestinas, y no me refiero a relaciones ocultas, sino diferentes a esos patrones que llevamos repitiendo desde hace lustros y que nos llevan a enredos y ocultamientos. Se trata de vivir con el otro auténticamente lo que sientes.

¿No es así como vivimos?
Los hombres suelen buscar compañeras-madres o compañeras a las que hacer de padre. Las hijas buscan a ese hombre a semejanza del que eligió la madre.

Parece perverso.
Romper ese modelo es parte del proceso de liberación masculina. Lo que pasa es que a los hombres nos dan miedo las mujeres, no sabemos qué hacer con ellas, nos plantean desafíos, es una aventura. ¿A cuántos varones su mujer le compra los calzoncillos?

¿Muchos?
Se sorprendería. Yo invierto una frase evangélica: "Solo siendo libre uno puede alcanzar la verdad". En el amor es lo mismo: si no eres libre, no puedes amar. Teniendo una mujer al lado puedo ser libre, eligiendo una madre traslado mi dependencia.

Defíname mujer.
Un hombre con una compañera madre habla de sus haceres, de lo que hay que hacer, lo que ha hecho hoy o de los niños. Con una mujer se habla de sentimientos, es capaz de cuestionarte, no te da remedios, sólo te acompaña.

¿Está sobrevalorado el sexo?
Sí, y disociado del afecto, y esa es otra patología contemporánea. Y además en el sistema patriarcal es un argumento de venta. Tal como está concebido se convierte en un medio de descarga neurótico.

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Frase del Dia

Viktor Frankl: "El dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional"

Si haces cosas, ¡pasan cosas!

Que es el exito? Conseguir lo que quieres. Y sólo tú puedes decidir qué quieres, definir tu objetivo. ¡La tarea más difícil de la vida.
Hay una frase que no soporto: "Ya veremos qué pasa...". ¿Cómo dices? ¡Haz tú que pase! Si no actúas, ¿por qué tiene que pasarte algo bueno? Si haces cosas, ¡pasan cosas! 
El día que decides que nada podrá contigo, ¡todo va bien! Ves el mundo como quieres verlo. Lo creas.                                                                                                             

                                                                                                                                       Lluís Soldevila