martes, 3 de marzo de 2009

Tormenta


El contexto mundial, nacional (económica-social) y personal me alimenta, cada vez con mayor energia, el miedo a perder todo lo que he construido. Que de un plumazo desaparezca el "entorno mio", que todo haya sido en vano, que me haya inventado un mundo que no existe. No me gusta lo que veo, no me gusta lo que percibo, no me gusta el donde vamos. La inseguridad, la desigualdad, la necesidad, la intolerancia, la falta de valores, la mediocridad, la burocracia, la corrupción, la pobreza espiritual son realidades tan comunes que parecen parte del paisaje, parte del día a día. Me afecta saber que nosotros como individuos hemos ido cambiando la forma de medir y valorar el honor, la palabra, la lealtad, la solidaridad, la generosidad, la educación, la esperanza, la bondad, la amistad y la felicidad. No entiendo porque ya nada es tan claro. No acepto la voracidad de esta carrera hacia ningún lugar.

1 comentario:

  1. fede: creo que las grandes crisis como la que vivimos hoy, sirven para poner en su lugar los falsos paradigmas que tenemos como sociedad y como personas y que son relativos (el "status", el "mostrar", el "tener", etc.). si bien nos da la sensación de "tocar fondo", luego de eso siempre surge algo bueno. no pierdas las esperanzas, creo que después de esto todo se acomoda. tené en cuenta que si pensás que el éxito se sustenta en la "cantidad" (lograr cosas materiales), siempre vas a estar insatisfecho, ya que ese éxito, una vez conseguido, se agota en sí mismo. si en cambio, construis tu vida sobre conductas morales, espirituales (sin connotación religiosa alguna) vas a ser "exitoso" sin necesidad de temerle al contexto económico y social que pueda poner en peligro las cosas materiales, ya que tu vida se asienta en valores que trascienden (calidad en vez de cantidad). yo creo que optaste por esta última opción, asi que no te preocupes. abrazo.

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