jueves, 4 de febrero de 2010

Volviendo al ruedo


Después de mi último post no pude seguir escribiendo ya que tuve y tengo la cabeza y el corazón bastante maltrechos pero las ganas de que queden escritas algunas experiencias que me van sucediendo, con el objeto de que no queden olvidadas, es más fuerte y por eso me propongo a continuar con Del entorno Mio.



Los viajes a las Cañitas y a la estancia Siguiman (cruz del eje) me trajeron paz en una época de tormentas pero ver a los chicos disfrutar, creo, es la mejor terapia para sobreponerse a cualquier cosa. El solo hecho de ver a Lorenzo nadar, ver a Clarita en ese mundo increíble de fantasía en el que vive o ver a Catalina en el rio o andando en sulqui me llenan de fuerza. Sentir que crecen es algo indescriptible. Lorenzo fue a su primer campamento solo, se quedó a dormir una noche en carpa (le compramos linterna y una bolsa). Le pregunte a clarita si sabia que yo la amaba y ella me respondió que si (con cara de que era obvio), que ya lo sabia porque cuando la miro mi cara brilla. Y que puedo decir de cata que en estos días dejo de ser un bebe para pasar a tener un rol protagónico dento de la familia con su carácter indómito, sus poses actorales y sus constantes Hoolllaaa!!!


Es un verano atípico, lleno de contrastes y momentos donde se estan poniendo a prueba los cimientos de este "hombre en construccion".