lunes, 1 de noviembre de 2010

Rosario






Me faltaba algo, me sentía incompleto pero al fin tomé la iniciativa y realizamos un viaje a mis raíces para averiguar que había sido de estos personajes que me regalaron tanta felicidad en mi infancia pero sorprendentemente me encontré con mi misma sangre, con una hermandad que no había desaparecido en el tiempo, con amor y cariño actualizados, con sonrisas eternas que tuve presente siempre. Y a eso debo sumarle conocer nuevos actores y nuevas historias que me cautivaron y me conmovieron en todos los sentidos. Regresé distinto, impregnado de olor a familia mezclado con bizcochuelo de naranja y almíbar. Recupere tíos, primos-amigos pero también me transformé en tío e increiblemente mis hijos ahora disfrutan de primos, tios y abuelos segundos. Que loco todo no?? siento que el pasado, el cambio constante y el futuro, si hay amor, pueden unirse perfectamente cuando existe la voluntad de hacerlo.
Gracias familia de rosario por tanto cariño añejado, como un buen vino, por el paso del tiempo.